Una cocina con doble frente: equilibrio, funcionalidad y diseño a medida

Este proyecto parte de una distribución en doble frente con una configuración que permite diferenciar claramente las zonas de trabajo y almacenamiento, manteniendo una circulación cómoda y un aprovechamiento total del espacio. El objetivo fue crear una cocina contemporánea, equilibrada y práctica, en la que los materiales y los detalles constructivos marcaran la diferencia.

El mobiliario se ha realizado con el modelo de puerta Ana, combinando dos acabados que aportan elegancia y calidez al conjunto:

  • Blanco Porcelana para los muebles bajos, que aporta luminosidad y limpieza visual.
  • Roble Real para los muebles altos, que introduce textura y un matiz natural que equilibra el ambiente.

Uno de los detalles más característicos de este proyecto es el sistema de apertura mediante gola lacada en el mismo tono Blanco Porcelana, un acabado que unifica estéticamente el conjunto y refuerza la sensación de continuidad entre frentes. Este tipo de soluciones, poco habituales en el mercado, reflejan la atención al detalle y la calidad constructiva que distingue a G10 Muebles.

En cuanto a la composición, el primer frente de la cocina —con distribución en puente— acoge la zona de fregadero y cocción, integrando también el horno y el almacenamiento superior en Roble Real. El segundo frente, con disposición en “L”, incorpora el frigorífico en columna, el microondas en mueble alto y un módulo bajo con una de las soluciones más prácticas del proyecto: una mesa extraíble incorporada al mobiliario.

Este herraje permite extraer una mesa peninsular desde un cajón, ofreciendo una superficie de apoyo o comedor auxiliar cuando se necesita, sin ocupar espacio de forma permanente. Se trata de un sistema robusto y estable, con bloqueo lateral y una capacidad de carga de hasta 60 kg, adaptable a módulos de 60 a 120 cm de frente.

La combinación de encimeras oscuras con vetas suaves, el contraste entre madera y blanco, y la limpieza formal de las puertas sin tirador crean un ambiente elegante y contemporáneo. Además, el interiorismo de los herrajes internos de la cocina es en acabado antracita, aportando un toque distintivo y sofisticado, coherente con el nivel de detalle que define toda la cocina.

El resultado final es una cocina funcional, de líneas puras y materiales nobles, donde cada elemento ha sido pensado para lograr un equilibrio entre estética, ergonomía y durabilidad.